Las piedras y en especial los diamantes son excelentes para que se les pegue la grasita, físicamente asi es (de hecho en algunas minas usan grasa para separar los diamantes del resto de las piedras y tierra). El oro es un metal suave, y entre mayor sea el quilataje o el porcentaje de oro de tu joya más suave es el metal. Así que es muy fácil que nuestras piedras se opaquen y que nuestro oro se raye. Te voy a decir como mantener tus joyas limpias y con materiales que puedes conseguir, y que además no dañan tus piedras (hay que tener mucho cuidado con los limpiadores de joyas por que algunos puedes decolorar o dañar tus gemas).
Lo que necesitas:
-Una franela para limpiar joyería. (Nosotros te la otorgamos en tus compras o utiliza un pedazo de tela limpio)
-Bicarbonato de sodio
-Cepillito de cerda suave
-agua
-servilletas o tela limpia de algodón limpia.
-Un contenedor de agua. (puede ser un vaso o plato hondo)
Primero con la franela frota tu pieza de joyería, frota el metal para sacarle brillo. Coloca agua limpia en el vaso, y hunde la pieza de manera que este húmeda. Pon bicarbonato en la pieza por donde están los huecos donde se pueda juntar la grasa y la tierra. Tome el cepillo (asegúrate que sea de cerda suave) y cepilla de adentro hacia afuera (no de lado a lado). El movimiento debe ser suave y de adentro hacia afuera, ten mucho cuidado con las uñas y las piedras. Repite este paso por varios lados, si es necesario pon mas bicarbonato (el bicarbonato nos ayuda despegar la grasa y mugre de las piedras). Finalmente moja tu pieza de nuevo, puede ser que lo coloque debajo del chorro de agua siempre y cuando te asegures que este tapada la coladera, o puedes sumergirla en al vaso con agua limpia. Asegurate que este bien limpio tu anillo y no le quede mugre ni grasa pegada. Secalo con una servilleta y listo. Tu piedra brilla como nueva.
